Patience Evans lleva una vida tranquila trabajando en la oficina de Archivos de la policía en York. Cuando la detective Bea Metcalf repara en su excepcional capacidad de deducción, todo cambia. Bea ve en Patience una aliada para resolver los crímenes más complejos.
Alex Hoffman es un científico informático que se ve envuelto en un complot para destrozar los mercados financieros mundiales.
La aparición de un Furia Diurna tendrá que hacer frente a la amenaza más oscura a la que la aldea jamás se haya enfrentado.